Acontecimientos recientes nos llevan a abandonar nuestra reciente ola de vaguería. Nos dicen que Beijing Chic divaga, que no encuentra referencias claras, que sin Takeshi se pierde en la maraña de información que viene desde el este y desde el oeste. Nosotros vivimos los buenos tiempos del viejo Beijing cuando se subían las promos de Lost, se comentaban los excesos de Pete Doherty, se censuraban las fotos de las estarlets sin ropa interior, cuando Rain aun no se había erigido en magnate de la industria pop y Takeshi trabajaba y se dejaba ver en actos promocionales muy a su pesar. Es cuestión de tiempo que estas cosas vuelvan a pasar. Los chinos somos muy buenos en lo de la paciencia. Espíritu confunciano. Otros lo llevan peor. Ante la duda lo mejor siempre es volver a los orígenes. Hemos visto dos señales claras: el domingo el mono malvado del armario de Chris Griffin resultó ser un mono encantador que atravesa una mala época, y ayer en plena crisis de “quién maneja mi barca” llegó por arte de zaping Shin Chan a la televisión! Shin Chan es el mejor personaje que se ha inventado nunca. Y me refiero a la historia del arte, la literatura, el cine y la televisión. Shin Chan es nuestro Tara. Es a dónde hay que volver cuando las cosas se ponen feas. Cuando hay que recuperar a Reth Butler hay que volver a Shin Chan.
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