







Que Miley ha dejado atrás la infancia y ha entrado de pleno en la adolescencia super desarrollada de las estadounidenses blancas es un hecho. Que se lo digan a su jefa de vestuario. O al coreográfo. O a su padre. Lo que no tengo tan claro es que además de curvas haya desarrollado buen gusto.

Fuente: Celebutopia







