










Viendo Los tres días del Cóndor me he vuelto a re-enamorar de Robert Redford. Si es que así da gusto que te secuestren y te aten y te obliguen a contarle a tu novio que se te ha roto el encendido del coche y que no puedes or a esquiar. Síndrome de Estocolmo desde el primer agarrón de antebrazo. Ays!
Fuente: A Certain Cinema
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