Al principio solo podía mirarle a los hombros, pero como dicen las madres, eso se lo quitas cuando te aburras de ellos, y te queda un jersey azul marino de fondo de armario. Igual que el pantalón y esas botas. Que te duran una vida. Como las manos. Las manos de Won Bin van a ir justo detrás de las de So Ji Sub. Detrás eso sí, porque lo del otro es imbatible.
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